Situado en el tranquilo barrio de Kronhusbodarna, en Göteborg, nos encontramos este pequeño apartamento con mucho encanto. Casi todo el espacio y sus complementos y detalles son muy similares, tanto en color, forma y materiales, por lo que hacen que todo el conjunto quede totalmente integrado. Destacamos las puertas de paso entre el comedor y el dormitorio, que provienen de un antiguo castillo, un verdadero tesoro a conservar.
Los altos techos y el color blanco son nuestra perdición, y esas ventanas grandes permiten una inmensa entrada de luz natural y unas magnígicas vistas largas a la bahía. La cocina es un lugar relativamente grande comparado con el tamaño de toda la vivienda, siendo casi del mismo tamaño que el comedor o el dormitorio. Esto le permite albergar una gran mesa para preparar grandes comidas y cenas, convrtiendo este espacio en el corazón de la casa.
¿Qué os parece esta vivienda? ¿Y sus puertas azules?
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