Esta pareja se conoció en Nueva York, donde crecieron y vivieron durante más de 20 años. Tras casarse, decidieron empezar una nueva etapa y aventura juntos, mudándose a la otra parte del país, concretamente a Phoenix (Arizona), donde rápidamente encontraron su sitio y su apartamento ideal: un apartamento de mediados de siglo que conserva el encanto original de la época. Un apartamento de dos dormitorios y paredes blancas, un lienzo perfecto para crear su hogar desde cero y donde poder aportar su estilo y personalidad, con plantas, libros, discos de vinilo, etc.
Ambos querían un apartamento con una sala de estar que visualmente les gustase, pero que no fuese de revista, sino que fuese práctica y cómoda para poder tener invitados, reír, hacer celebraciones, ver películas, jugar... pero también una sala de estar donde poder relajarse con un té o leyendo un buen libro.
Un hogar lleno de naturaleza y tonos tierra, con mobiliario nuevo pero también con piezas antiguas y tesoros que han ido encontrando por su camino.
vía vía vía