Pese a que desde hace tiempo ya no pasa por su mejor momento, el mercado inmobiliario todavía tiene capacidad como para encontrar algunas variantes que salen del negocio más tradicional.
A los barrios cerrados, los dedicados al polo o el golf, los náuticos e incluso los countries, ahora comienzan a aparecer otros que no precisan ni de tierra ni de un lugar fijo para armarse.
Gabriel Hanfling, creador y propietario de la fabricante de anteojos Infinit, se acaba de lanzar al mercado del real estate con la idea de crear los ?barrios flotantes?, viviendas que tienen la particularidad de que se pueden quedar amarradas en un mismo lugar, o ser remolcadas hacia adonde uno decida. "Lo más atractivo de estas viviendas es que no atan a los dueños a un mismo lugar. Cuando uno se quiere mudar la puede transportar con una lancha, con lo que el problema se resuelve con total facilidad", explicó Hanfling a El Cronista, que bautizó a este emprendimiento como ?Infinit float house?.
Las propiedades están apoyadas sobre un sistema de flotación similar al de los catamaranes, por lo que su resistencia es absoluta. Los modelos actuales, que cuestan u$s 45.000, tienen una superficie de 43 metros cuadrados (m2) cubiertos y divididos en dos plantas, a lo que se les deben sumar 25 m2 descubiertos.
De todos modos, Hanfling sostiene que, en caso de que los compradores requieran una vivienda más grande, también se puede construir. Por el momento el pequeño barrio está conformado por cuatro casas ?todas amarradas en el puerto de San Fernando, donde se paga una mensualidad que oscila los $ 2000?, aunque ya hay dos más en camino.
Dependiendo del lugar en que se ubique la casa ?construidas con un material liviano, flotante y térmico?, todas cuentan con la posibilidad de conectarse a la red eléctrica, aunque también existe la variable de instalar paneles solares.
La propuesta de los barrios flotantes que encara el dueño de Infinit está muy difundida en Europa y Estados Unidos, aunque aquí es nueva. Sí, en cambio, en la Argentina hay algunas provincias en donde se ven algunos proyectos, aunque básicamente de casas individuales.
El interés de Hanfling por sumarse al mercado inmobiliario, sin embargo, no termina aquí. "Me atrae mucho la idea de comenzar a operar también en el terreno de los ladrillos, sostuvo el empresario. Para esto analiza variantes para dar con algún socio que tenga intenciones de sumarse al proyecto". "Ya tuve algunas conversaciones con desarrolladores. El objetivo es crear algo de diseño y crear un nombre propio dentro del mercado; lo ideal para este tipo de emprendimientos es lograr que los emprendimientos sean identificados por su nombre y su estilo, y eso es lo que pretendemos lograr", explicó. Al menos por ahora, estos emprendimientos serían bautizados como ?Infinit view?.
Fuente: El Cronista
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