A veces parece que cuando más claro tienes que no puedes poner una cosa en casa más piensas en ello. Has medido el salón y te encaja un sofá de esos con chaise longue de no más de 280cm y tú vas y te enamoras de un monisísimo sofá que has visto en una tienda muy chic y con una tela ideal que mide 320cm, pues no, por mucho que midas el espacio no va a cambiar, no vas a conseguir hacer que tu salón crezca a base de centímetro.
Algo similar me pasa a mí con la habitación de Naia, que cada vez que entro, a parte de jurar improperios contra el que diseñó semejante conejera y quiso llamarla dormitorio 2 -más bien yo diría trastero, ¡qué digo! si nuestro trastero es más grande-. Miro y remiro buscando un hueco para el tipi.
INCISO: yo no tengo ni idea de arquitectura, puedo saber de historia de la arquitectura pero no de una carrera que personalmente me parece bastante difícil pero sí se de amueblamiento y de verdad no entiendo porque razón diseñan unas estancias tan complicadas de decorar. Te llega el cliente de turno con el flamante plano de su nueva casa empeñado en colocar dos camas en la habitación porque en el citado papelito figuran dos camas, y entonces coges el escalímetro y le tienes que demostrar al cliente que las camitas de marras son de como mucho 80x160, que sí, en el plano quedan muy monas pero no son reales y engañan...:FIN DEL INCISO
Parece que el estrés de la semana me hace divagar...con mucho sentido. Yo la verdad es que tengo antojo de tipi, cuanto más lo veo más me gustan. Un artilugio súper decorativo y muy muy importante divertidísimo para los más pequeños de la casa. Así que si yo no puedo tenerlo igual alguno de vosotros lectores, sí.
vía
BUEN FIN DE SEMANA
By Sara
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