Pensar en la estética de un espacio, significa la elección de muchas aristas. Un buen punto de partida, son los colores de las paredes. Un detalle no menor, más bien contenedor y condicionante de todo lo que habrá allí dentro.
Pero esta tarea no es fácil. Por ejemplo, actualmente el blanco sigue siendo la mejor opción para lugares con poca iluminación, cerrados y no muy grandes. Sin embargo, hay una inmensidad de espacios que permiten, incluso requieren, otro tipo de intervención.
Como contracara del blanco, son los requerimientos de las paredes en espacios exteriores. El blanco es el menos recomendado por donde se lo mire: el mantenimiento, el reflejo del sol y demás. Ahora bien, la elección del color, de la marca y del tipo de pintura no es tarea fácil. Las opciones son infinitas.
En el mercado se pueden encontrar pinturas plásticas (o látex, común para uso interior); sintéticas (un tipo más durable, utilizado para bordes, marcos, detalles, madera, etc); pintura base (prepara una superficie antes de ser pintada); acústica (previene ruidos); de clorocaucho (resistente al agua y durable); con textura (para darle un terminado especial a las paredes); entre muchas otras opciones.
Esta variedad no se sustenta únicamente por una cuestión estética. El mantenimiento, la compatibilidad entre materiales y muchas otras cuestiones que van a definir dicha elección. Los dos tipos más comunes siempre fueron el látex y el sintético. Son los más adaptables a las superficies, como así también cubren más de una necesidad (protectores, durables, decorativos, etcétera).
Ahora bien, la pintura plástica es más popular para las paredes de interiores. Al tener una base de agua es fácil de limpiar, tiene menor cantidad de olor y gases. Además, es de rápido secado, no se amarillenta con el tiempo y fácil de usar en el momento en el que se aplica. Las ventajas son innumerables. Pero, si se busca pintar materiales como la madera, no se recomienda esta variedad. Por otra parte, la popularidad del esmalte sintético se sustenta en su durabilidad en espacios de mucho tráfico como el baño, la cocina y exteriores. Tiene una base de aceite, que le permite dicha fortaleza. Sin embargo, hay que ser cuidadoso en su uso ya que contiene fuertes gases, es más tedioso su manejo en el momento del aplique, entre otros.
Los colores de las paredes tienen la capacidad de modificar el clima, el aspecto y las sensaciones del espacio en cuestión. La convivencia con determinados colores influye de una manera positiva o negativa en el estado anímico de quien lo habita, mucho más si se permanece varias horas al día en dicho recinto. Por ello la importancia del conocimiento, las variedades, ventajas y desventajas de cada pintura.
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