Los espacios interiores nacen en ‘negativo’ y por sustracción definen diferentes áreas: el área del bar iluminada por grandes ventanales, el área de sofás en la entrada, más pequeña que la primera, directamente con vista al jardín interior y el área del restaurante, estructurado en zona de comida rápida y normal.
Los propios solados están diseñados para crear un diálogo entre diferentes ambientes, con una mezcla de pavimento original, baldosas de cemento blanco y negro con texturas geométricas, dispuestas como una alfombra en un piso de madera oscura, y la zona de jardín interior con hormigón en bruto. Para unificar las áreas se ha elegido un color claro para las paredes, en contraste con un mobiliario muy oscuro, interrumpido por el color elegido para el ‘boiserie’ y las plantas verdes colocadas en todo el local. De hecho, todo el entorno se basa en el estado de ánimo de “bosque urbano”: el jardín interior, las mesas diseñadas para el restaurante y la pared vertical, que enriquecen cada área y crean una atmósfera única.
El resultado es un entorno sofisticado donde cada elemento funciona para una visión general equilibrada. En una mezcla de madera, hierro y vegetación, colores claros y oscuros, iluminación intensa y suave, que define la idea de un local metropolitano y urbano. ¿Qué os parece?
vía Zupelli Design