El dormitorio no es muy grande, por lo que quisimos dar impresión de amplitud pintando toda la pared del cabecero con líneas horizontales en blanco y negro. Para ello, medimos la pared y la dividimos en líneas de 14 centímetros. Marcamos todas las franjas con un tiralíneas, pusimos cinta de carrocero y las pintamos de negro. Al incluir las columnas laterales, ampliamos el espacio visual aún más.
Este es el resultado:
En lugar de mesitas, y para evitar sobrecargar la estancia, colocamos unas pequeñas baldas que servirán para apoyar los objetos necesarios, como el despertador, el libro de cabecera o algún detalle decorativo, como las calaveras mejicanas compradas en su viaje de Luna de Miel o el “Mr&Mrs” que utilizaron en su propia boda, y que, por otro lado, marcan el sitio de cada uno de ellos. En uno de los lados colocamos dos baldas para romper con la simetría del dormitorio y dimos un extra para colocar varios libros.
En lugar de poner una lámpara auxiliar encima de la mesita como sería habitual, la pusimos en el suelo, justo debajo de ésta. Al otro lado, una guirlanda de bolas de luz que cae desde el techo, rompe con la horizontalidad de la pared, aporta una iluminación íntima y ofrece un toque original.
Utilizamos unas mesas Lack de Ikea en un color neutro para crear unos cabeceros individuales que no desviasen la atención de la pared protagonista y que a su vez, protegieran la pintura.
Por último, una repisa en la pared lateral donde colocamos varias láminas o postales de diferentes tamaños y mucho colorido. El color se refuerza con la ropa de cama, en tonos rojos o granates, al igual que los estores y algún otro toque de color como el jarrón y la flor.
Este es el proyecto digital que hicimos antes empezar:
…Y este es el resultado final!
¿Qué os ha parecido? Os aseguro que el presupuesto fue muchísimo menor que el que inicialmente podríamos pensar! Una vez más, Ideas Low Cost!