Asegurarse de que se está comprando el producto adecuado es el primer paso para que el trabajo final quede bien y el corcho ofrezca los resultados que se esperan de este producto.
Corcho para revestir paredes
El corcho para revestir paredes tiene habitualmente un tratamiento de cera para facilitar su limpieza. Gracias a esta protección puede limpiarse con un paño húmedo y se evita que el polvo pueda depositarse en los poros.
Existen diferentes tipos de paneles y losetas y si se desea utilizar el corcho para aislar ruidos de una habitación hay que solicitar un material grueso, ya que así se potencian sus cualidades como aislante acústico.
Corcho para revestir suelos Al comprar corcho para revestir suelos hay que fijarse ante todo en que sea fuerte. Sobre este suelo se va a pisar y van a estar colocados los muebles y por este motivo necesita verse reforzado con algún tipo de barniz que le otorgue una mayor resistencia a los arañazos y a los roces.
Existen diferentes tipos de suelos de corcho en el mercado y hay que elegirlo en función de los gustos estéticos pero también del tipo de colocación que se escoja. Si se cuenta con un suelo firme y bien nivelado, el corcho puede ir pegado directamente sobre este, lo que hace que la instalación sea muy sencilla.
Corcho para utilizar como aislante El corcho también puede ser utilizado como aislante exclusivamente. Dado que no se va a ver no es necesario que tenga unos acabados estéticos determinados y tampoco necesita tratamientos para evitar roces.
Una de las maneras más habituales de utilizar corcho como aislante es colocándolo debajo de la tarima flotante de madera. Esto ayudará a amortiguar todos los ruidos que se puedan producir la pisar o con la actividad de la vida diaria.
El corcho también puede usarse como aislante en el interior de una pared de pladur o al colocar ristreles para instalar friso de madera.
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