Obviamente no es un libro-descubrimiento ya que está en la primera fila de todas las librerías nacionales. ¿Quien no ha visto esa portada roja? Pero desde hace meses estaba en mi lista de Trello de Recomendaciones Literarias.
De hecho, se lo regalamos a mi suegra por su santo en el mes de Noviembre, incluso antes de haberlo leído (no es algo que me guste hacer especialmente, pero el encargado de comprar el regalo, no encontró ninguno de los anteriores que le recomendé). Y como a ella le tocó ser mi amigo invisible en la cena de Nochevieja, y le había entretenido tanto, me regaló la secuela.
Así que, si o si, tenía que ser mi primera lectura del año.
Había leído críticas de todo tipo al respecto, aunque en líneas generales eran buenas (por eso lo regalamos). Y es que es un libro, como mínimo, entretenido. De esos que enganchan y que hacen que desees ver cual es el siguiente paso. Una buena idea si lo que quieres es retomar el gusto por la lectura, o necesitas una obra más ligera después de algo más…transcendental.
Los protagonistas son personajes especiales y que forman una pareja, laboral, muy peculiar. Se complementan física y psíquicamente, cubriendo las carencias de uno con las abundancias del otro. Por un lado la enigmática, super dotada y calculadora Antonia Scott y por el otro Jon Gutierrez, inspector de policía, homosexual y demasiado temperamental.
Ambos forman parte de un grupo secreto internacional de lucha contra el crimen, al que se le asignan casos muy especiales, como este: desvelar la identidad del psicópata que ha asesinado al hijo de la presidenta del banco más importante del mundo y secuestrado a la hija del magnate de la industria textil.
Durante la lectura, narrada en primera persona y en presente, aunque con saltos al pasado y reflexiones propias de los personajes, el autor deja que especules una y otra vez sobre prácticamente todo. Especialmente sobre los comportamientos de algunos personajes. Y si bien hay algunos que el escritor los cierra perfectamente, personalmente creo que hay otros, alguno importante, que los deja un poco “desvaídos” o como mínimo “en el aire”. Quiero entender que se trata de una herramienta para enganchar con la secuela. Ya te contaré porque Loba Negra me espera en la pila de libros de mi mesilla de noche, aunque no será la siguiente lectura.
Al margen de esa pequeña anotación, creo que es una obra que se deja leer muy bien, entretenida y que no sé por qué, creo que terminará en la pequeña pantalla en forma de serie.
Si quieres saber qué es lo que estoy leyendo ahora mismo, échale un vistazo a mi cuenta de Instagram.
Besos,
Fuente: este post proviene de La Merienda a las 5, donde puedes consultar el contenido original.
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