Rosas del desierto de chocolate

Este mes Rocío de El rincón de glass ha escogido el cuento Aladino y la lámpara maravillosa, para el proyecto Una galleta, un cuento
Pensar en este cuento es pensar en Arabia, en una lámpara dorada, en la princesa Jasmine, en un palacio deslumbrante, en Las mil y una noches...
Los colores que me inspiran este cuento son el azul noche y el dorado, colores que evocan el lujo árabe en esas maravillosas noches de ensueño. Y para estas lujosas fiestas, Aladino convertido ya en príncipe podrá degustar unas deliciosas rosas del desierto de chocolate.

La rosa del desierto es un mineral que se encuentra en las zonas desérticas, forma cristales muy bellos que recuerdan la forma de una flor y de allí la denominación de rosa.

Evocando al desierto y a Arabia, creo que estas rosas del desierto, pero de chocolate, vienen muy bien para el cuento. 



Debido a su forma, estas rocas de chocolate recuerdan tanto a las rosas del desierto, que de allí su nombre.

INGREDIENTES
-200 gr de chocolate
-100 gr de cereales (yo utilicé Fitness de Nestlé)
-una cucharadita de mantequilla
-naranja confitada (opcional)

ELABORACIÓN
Troceamos el chocolate, añadimos una cucharadita de mantequilla y lo derritimos todo en el mircoondas, con cuidado de que no se nos queme.
Una vez fundido, lo mezclamos con los cereales
Cubrimos una bandeja con papel vegetal y vamos poniendo montoncitos de la mezcla con la ayuda de dos cucharas.
Lo metemos en la nevera hasta que se endurezca y ya estarán listas para disfrutar nuestras rocas (o rosas del desierto) de chocolate.

Pero todavía están mucho más ricas si añadimos a la mezcla trocitos de naranja confitada. A los niños no les gusta tanto pero para los adultos creo que es mejor, la combinación de chocolate y naranja resulta realmente deliciosa.
Así que yo he hecho mitad y mitad, con la primera mitad hice las rocas sin naranja, y en el resto les añadí la naranja confitada. Eso sí, tenéis que diferenciar cuales llevan naranja porque a simple vista no se aprecia, os aconsejo ponerlas en una bandeja a parte, así cada uno tendrá sus rocas a su gusto.

Son un vicio, y no podrás dejar de picar, vamos, una perdición.

Si queréis ver el resto de propuestas para esta cuento, pinchad aquí
Un beso,