Así me dijo Fernanda, es mi hija mayor de solo 8 años!!!
Mi contestación fue: porque yo lo puedo hacer.
Como describirte la jeta que me hizo cuando le conteste eso, los ojos los dejo blancos y la boca se le enchueco hasta la nuca.
Yo sólo la vi y le dije: mira Fer si no te gusta lo que te haga no te pongas.
La cosa es que llegaba el día de la primavera y en el colegio les hacen un desfile, y claro que todas las mamás nos queremos lucir.
Algunas compran el primer disfraz que ven en el super, otras corren a la mejor tienda y lo compran, yo no… Yo me pongo a pensar y a diseñar algo especial para mis hijas.
Y empieza la inspiración
Sería muuuuuy mentirosa si te digo que todo sale de mi cerebrito creativo lleno de ideas innovadoras y vanguardistas del siglo XXI, la verdad es que nutro mucho de imágenes.
Le soy fiel pinterest, aunque para mi negocio no he sabido como sacarle partido, para mi fuente de inspiración sí que lo exprimo.
Yo sé que todas hemos estado en esta situación, en la que te comprometes a hacer algo, que sabes que tiene ser el hit.
Ahora si de pilón son tus hijas, ¡auxilio! porque si no les gusta ninguna de las dos se lo ponen, aunque las amenace y las castigue el resto de su vida, igual no se lo van a poner.
El compromiso que se siente al hacer algo en donde tengas que apantallar a otros es medio fuerte, y más si nos dejamos llevar por los nervios.
La cosa es que ellas querían ir de unicornio, ¿sabes cuantos disfraces de unicornio existen en la red? miles y miles y miles…
Deja de eso, si además de eso, están sentadas a lado de ti viendo las imágenes, es como si pensaran que su mamá es súper mamá, pero ¿cómo quedar mal ante eso?
Defender la idea de “soy DIY”
Como ya te lo vengo diciendo, no es defenderla es más bien aceptarla, todas tenemos nuestros momentos de crisis.
Hoy precisamente estoy en un día de esos en los que cuesta trabajo confiar en lo que hago, en pensar si realmente esto puede ser un negocio, sí, esto de lo hecho a mano.
Pero, así como me pregunto me contesto, y me digo a mi misma “no seas pend… tú puedes”
Porque ¿sabes qué? si nosotras mismas no tenemos bien puesta esa camisa, nadie va a venir a ponértela, tampoco puedes sentir que te queda grande o chica, te debe de quedar al chingazo, o sea perfecta.
Yo lo puedo hacer… eso debe de ser un mantra a repetir todos los días, que importa si alguien cree o te hace un comentario que tú lo tomaste muy personal.
Sea quien sea esa persona quizá no fue su intención, pero somos tan delicaditas que sentimos que nos quieren ver destruidas o pidiendo limosna.
Y no, yo creo que, si ponemos todo nuestro empeño, nuestro foco y nuestra________ no sé si la palabra es fe, pero es algo por el estilo.
Dicen que mueve montañas, entonces vamos por ella, así como también el maestro más grande del mundo, el cuál yo admiro su trabajo dijo: Ayúdate que yo te ayudare… entonces a ¡darle con tubo!
Yo lo puedo hacer
Tal vez deberíamos de cambiarlo por “yo lo hago”
Muchas veces nos dejamos intimidar hasta por nuestra propia familia, y eso no es más que inseguridad de nosotras mismas.
Y por lo menos yo ya estoy grandecita como para andarme con jaladas, entonces dejo de escuchar afuera y escucho adentro.
Cuando entendemos el significado y lo bonito que es decir “hecho a mano” o soy una hand made, vamos a entender lo maravilloso que hacemos por este planeta lleno de cosas hechas de plástico barato y en máquinas de manufactura.
Tan especial que alguien compre algo hecho a mano y no piense que es barato, o que es fácil de hacer, o que no vale nada, esa gente no es nuestro cliente, esa gente que vaya a la importadora china más cercana, a nosotros no nos interesa.
¿Qué todo queremos hacer? pues cuál es el problema… ninguno, si puedo y hasta hacerlo mejor claro que lo hago.
¿Qué la gente piensa que por ser hecho a mano es barato? pues que vayan por un tubo (y el más angosto para que no quepan), es gente que lo único que hacen con las manos es limpiarse los mocos, no nos interesa tampoco.
¿Qué te las pasa haciendo cosas? y cuál es el problema… ninguno, si te gusta síguele.
¿Qué te cansas mucho, duermes poco y te peinas menos? bueno, en ese caso, descansa no te castigues tampoco, duerme mínimo ocho horas para tener la cabeza y las manos descansadas y pues no seas cruel con el espejo ¡échate una peinadita!
Lo hecho a mano está de moda, y no cualquiera puede decir que hace cosas a mano, somo pocas las dotadas de ese privilegio.
Total, que sí hice el disfraz de las niñas
La verdad que no es algo que se me dificulte mucho, eso si, no sé coser y en eso me ayuda mi mamá, de ahí en fuera todo fluye.
A mis hijas desde bien chiquitas las acostumbre a que existen ocasiones en las que se tienen que adornar mucho, y un desfile es una de esas veces.
Así que les puse una corona de flores en tonos pastel (obvio flores de mi Ateva), con un cuerno de unicornio, les puse un body blanco de manga larga, mayas doradas y su pelo de peluche, la verdad debo de confesar que ese peluche fue a propósito lo quiero para forrar unos floreros
Las niñas salieron de la casa muy contentas, de verdad sentían que eran un unicornio, en el colegio todo mundo se tomo fotos con ellas ( y a mi me dio el celo de la hand made “me quieren copiar el disfraz jajajajajjajaja)
Y al final la niña entendió que es más valioso algo hecho con mucho cariño e intención que correr a la wall mart y comprar el disfraz de Catarina percudida.
Cada vez que sientas y quieras hacer algo ¡hazlo!
Lo que sea, cambiar de color tu tienda, cambar de productos, cambiar de estrategia, cambiar de nombre, cambiar de marido… yo que sé.
Hazlo y veras que libre te sientes.
Yo estoy trabajando en ello y me estoy liberando, sí que hay días de prisión, pero esa es otra historia…
Dale que el mundo de lo bonito nos espera.
Cambio y fuera