Lombardía suena bien. No puedo evitar pensarlo cuando lo pronuncio. Suena tan bien como su arte, belleza e historia. Y suena mejor si nos encontramos por el camino esta casa, ¿quién no quiere pasar un domingo como hoy en ella?
Katrins Arens, su propietaria e interiorista de profesión, es también la imagen de la pasión por la simplicidad. El menos es más en sus espacios es todo una realidad. Pero, paradójicamente, una realidad que invita a escaparte, a evadirte, a sortear las pautas y a reemplazarlas por la esencia de cada uno.
Y es que reconozco que estas casas me pierden. No hay nada que esté de más, no hay cargamentos, no hay artificialidad. Es la arquitectura y la decoración en su línea más simple y pura, preparándose para ser cómplices de la vida que se vive dentro.
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¡Feliz domingo!