Para una niña de provincias bastante normal, ese rollo bohemio, innato en sus habitantes, esa mezcla de gente y comidas de todas partes y ese bonitismo tan artístico, era algo muy único. Lo que más me gustó era que las ventanas de los bajos y los primeros, estaban abiertas y ¡¡¡podía cotillear las casas!!! (A todos nos gusta, pero con 10 años nos encanta…) Todas ellas me parecían locas y distintas, con un estilo totalmente libre y diferente a lo que había conocido.
Hoy os traigo una casa igual de loca y vívida que las que pude fisgonear en mi primer paseo por Le Marais. En ella vive un matrimonio con sus 3 hijos, y es… Simplemente genial:
Vía
Las palabras no me dan para más, mucha resaca del terror aún.
Os deseo un buen lunes.
Mrs. Shabby
y ahora… ¡SI ME QUERÉIS, SEGUIDME!