Hoy toca cine, sí. Aunque no nos vamos a referir a la hilarante película de los hermanos Marx, no. Y es que hace unos días hablábamos de que nos hubiera gustado sentirnos, en algún momento de nuestra vida, como Pretty Woman, mimada hasta la saciedad y sacada del arroyo. Esto último nos alegramos de no tener que haberlo vivido, claro, pero lo de entrar en una tienda y que te hagan la pelota porque saben que te vas a llevar el manso, es algo que estaría muy bien. Y que te lleven en avión privado a la ópera, por supuesto a La Traviata, y decir sin pudor al final de la representación...."¡Por poco me micciono en la ropa interior!". Y es que Vivian tenía arte "pa eso y pa más", sólo hay que ver cómo cogía los binoculares en el palco teatral... ¿Recordáis la escena?
Nosotras no hemos vivido nada parecido, pero sí tenemos un ejemplo de esos pequeños y preciosos anteojos (préstamo -para esta instantánea- del coleccionista de arte y papá de una de nosotras) con los que hoy decoramos nuestros hogares.
¡Cuánto tiempo sin publicar por aquí! Lo cierto es que no estamos muy activas por redes últimamente, pero nos resistimos a irnos, eso seguro... El motivo de esta publicación es enseñaros el cambio que ...
Animadas por nuestra puerta de cristal, perteneciente a unos enormes ventanales de un edificio antiguo, es que nos hemos decidido a volver a publicar en el blog, algo abandonado, la verdad; no es algo ...
Esta historia va del horno tostadora que veis bajo la ventana, y que un buen día dejó de funcionar. Después de cerciorarnos de que no tenía arreglo posible, lo normal habría sido deshacernos de él en ...
Recibimos este silloncito de regalo. Estaba en perfecto estado, incluida la rejilla que tan delicada es... Sólo necesitaba encolarse por algunas partes, y de ahí la cuerda que veis abajo. Después de d ...