En un enclave privilegiado, sobre un acantilado en la isla balear de Menorca, se alza esta vivienda unifamiliar, con una original arquitectura que combina una arquitectura moderna con el estilo autóctono de esta isla mediterránea. El clima y la luz insular se plasma en la decoración y elección de colores, todas las gamas de blanco se funden con los tonos tierras y berenjenas, transmitiendo serenidad y frescura. La lección del mobiliario conservando piezas autóctonas, mezcladas con elementos de anticuario, junto con objetos de cierto aire étnico, crean una atmósfera ecléctica a la vez que mediaterránea con el equilibrio justo. Una maravillosa casa con una decoración de estética impecable, en la que el protagonista son las impresionantes vista y el mar.
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