Lo primero que hicimos fue desmontar los herrajes...
..., y, cuando vimos desmontada la tapa, decidimos que íbamos a redecorarla sola, con independencia del resto de la caja, que ha quedado postergada para otro menester, aunque aún no sepamos cuál.
Pintura blanca para comenzar...,
..., y un golpe de tenaza en los herrajes...;
...; queríamos volver a colocarlos, sin necesidad de la trasera de los mismos, que es la que unía las dos partes del maletín.
Hemos lijado mucho la madera que hace las veces de marco...,
..., y dado al interior una mano de pintura gris, la cual retiramos, cuando estaba casi seca, con un paño mojado, para conseguir este efecto desgastado.
Así hemos conseguido que esta bonita lámina, reproducción de una acuarela de Carmen Márquez, resalte...,
..., y, a la vez, quede enmarcada.
¿Qué os ha parecido esta transformación? A nosotras nos ha gustado mucho, sobre todo porque la hemos hecho expresamente para una pared de casa a la que le faltaba algo, y el resultado del conjunto nos ha encantado.... Aunque la enseñaremos otro día; hasta este fin de semana no lo dejaremos colocado y fotografiado. Más que fin de semana, ¡puente por delante que nos espera!. Por aquí promete ser muy lluvioso, así que, probablemente, también muy casero... Sea como sea el vuestro,
¡DISFRUTAD Y SED FELICES!
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