El de las cuatro estaciones era claro.
El de los helados también era bastante evidente y el pedido fue bastante fácil.
El más especial fue un cuadro dónde debería salir, mar y montaña, y a poder ser, montaña de Montserrat. Mar por el padre, montaña por la madre. No era fácil crear esa combinación, pero aquí está. Y gracias a ese cuadro nació nuestro nuevo amigo, el cangrejo!!!
Hace unos días, que Daniel recibió estos regalitos y ya los tiene colgados en su habitación. Espero que le gusten tanto como a nosotros hacerlos!!!
Según su madre es un solete de niño, y es que ya se le ve.
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