El primer regalo para nuestro bebé: su nombre



Siempre he pensado que el primer regalo que se le hace a un hijo es su nombre. Es la primera señal de identidad que le damos, que “le imponemos” incluso, y detrás del nombre que escogemos sin duda, hay un millón de ideas, connotaciones y historias que nos imaginamos y que queremos hacer transmitir con esas letras. 

Nunca os lo había contado pero el nombre de Valentina era algo que teníamos clarísimo desde aquella conversación que tienes por primera vez con tu pareja (aquella con la que sabes que vas a crear una familia) y el nombre surgió. De esto hace muchos años, y no sabría decir quién de los dos lo propuso primero, pero el caso es que el nombre de Valentina se nos fue repitiendo y encontrando en varios momentos (¡importantes!) de nuestra historia y eso hacía que todavía cobrará más sentido. Recuerdo como vimos un piso increíble y de ensueño en una calle que llevaba su nombre cuando buscábamos nuestro primer nido de amor, recuerdo como el día que visitamos por primera vez la masia donde nos casaríamos, nos dijeron que la chica no nos podía atender porque acababa de tener una hija llamada Valentina (que además tenemos la suerte de conocerla) y como éstas, un sin fin de anécdotas que no hacían más que corroborar que nuestra primogénita tenía que llamarse así. ¿Y si hubiera sido un niño? Pues no sé qué deciros, porque de verdad que de nombre de niños no nos salía ninguno. Será porque tenía que ser así… Valentina significaba para nosotros nuestra historia, todo lo que habíamos vivido juntos como pareja, y la que nos había convertido en familia; y ése fue nuestro regalo. 

Para la segunda, no os lo voy a negar tampoco, que la lista de niñas era bastante más extensa que la de niños, peeeero en esta ocasión también habían, con lo que yo no tenía del todo claro qué llevaba dentro. También os tengo que confesar que el nombre que finalmente hemos escogido no era el primero de mi lista (que me guardo por si alguna vez convenzo al amore para tener un@ tercer@).

Con la experiencia de ser padres de una hija estupenda, maravillosa y única se hace difícil huir de la imagen de otra mini primogénita. Aunque estoy segura, y las bimadres expertas lo afirman, que no hay dos hijos iguales; cosa que estoy descubriendo en primera persona porque no he podido tener dos embarazos más distintos. 

Queríamos regalar a J un nombre con fuerza, con “empenta” (como decimos por aquí), un nombre con carácter, independiente y segura de sí misma, que fuera fuerte a sus raíces. Y ese, es el significado de su nombre. La primera vez que lo escuché estaba embarazada de Valentina y salió de mi boca. Nunca lo había escuchado decir en catalán, y me encantó como sonó. Estaba en clase, y siempre he tendido, de manera amorosa, a llamar en diminutivo en algún momento que la situación era dulce. Y así fue como llamé en diminutivo a una alumna llamada Júlia. 



Y me encantó. Me quedé parada de lo bonito que sonaba, de lo suave y fuerte que era a la vez. Y me dije a mi misma: me lo guardo por si algún día Valentina tiene una hermana. Y al fin, llegó ese día. 

Julieta has tardado en llegar pero no sabes lo felices que nos has hecho. Tu hermana a aprendido a decir tu nombre antes que el suyo, y aunque todavía no se imagina la que se le viene encima, se contagia de la alegría que desprendemos. Solo puedo que estar agradecida de poder vivir otra vez la experiencia de crear vida, de sentirla, de notarla. De sumar una nueva persona a estar familia que hace casi 10 años empezó a caminar.



Llegas para completarnos, para darnos la oportunidad de volver a vivir un posparto con un poquito más de experiencia. Llegas para volver a poner nuestro mundo patas arriba, y aunque hay veces que se me caen las lágrimas pensado que no te podré regalar el tiempo y dedicación que sí le regalé a tu hermana, me calma el saber que a ti, te podré regalar a una madre mucho más tranquila y serena, sin tantos miedos ni dudas. Sabiendo que no tengo que hacer caso de lo que digan los demás, si no que la única voz que tengo que escuchar es la que sale del corazón. 



Julieta, todavía no sé como va a ser tu llegada, ni como va a reaccionar tu hermana. De momento, esto es todo lo que podemos darte, tu nombre. Tu nombre envuelto de muchísimo amor, y dando las gracias cada día porque nos hayas escogido como familia. Ya queda menos…

T’estimem Julieta. 



Placa de madera personalizada de Estudi Vint-i-dos 



Fuente: este post proviene de Estoreta, donde puedes consultar el contenido original.
¿Vulnera este post tus derechos? Pincha aquí.
Creado:
¿Qué te ha parecido esta idea?

Esta idea proviene de:

Y estas son sus últimas ideas publicadas:

¡Hola a todas! hoy os traigo un nuevo post de algo que forma parte del día a día de todas las familias: cocinar con niños pequeños. Seguro que todas las que tenéis peques en casa estáis de acuerdo con ...

¡Hola a todas! Por aquí os comparto una nueva escapada para hacer en otoño (o en cualquier época del año) LA VALL FOSCA. Es un sitio mágico, tranquilo y desconocido que seguro que os enamora. Además t ...

¡Hola a todas! Una semana después de nuestro viaje a París, os dejo por aquí el itinerario que seguimos. En total fuimos cinco días, de miércoles a domingo. ¿Cómo llegar hasta París? En esta ocasión n ...

¡Hola a todas! hoy os traigo un nuevo post de algo que forma parte del día a día de todas las familias: cocinar con niños pequeños. Seguro que todas las que tenéis peques en casa estáis de acuerdo con ...

Etiquetas: Family

Recomendamos