Abarcando cerca de 800 páginas escritas (y pintadas) completamente a mano, El Traité des couleurs servant à la peinture à l’eau, fue probablemente la guía más completa de pintura y color de su tiempo. Según el historiador de libros medievales Erik Kwakkel, que tradujo parte de la introducción, el libro fue concebido como una guía didáctica. La ironía es que sólo existía una única copia, que probablemente fue vista por muy pocos ojos.
Es difícil no comparar sus cientos de páginas en color con su equivalente contemporáneo, la Guía de Color Pantone, que no se publicó por vez primera hasta 1963.
El libro completo se puede ver en alta resolución aquí. El libro se conserva actualmente en la Biblioteca Méjanes en Aix-en-Provence, Francia.
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