Esta pequeña vivienda, con marcado estilo nórdico, en la que se puede apreciar un espacio diáfano sin tabiques, donde predomina el color blanco, resulta acogedora, cálida, luminosa y amplia visualmente. Como contraste, se añade color y texturas, lo que además da un toque desenfadado y juvenil.
En cuanto a la distribución, destaca su sencillez y la ausencia de puertas o elementos constructivos que puedan estorbar. Una única estancia realiza múltiples funciones, pero se trata de un espacio donde las zonas están claramente diferenciadas.
Los muebles escogidos en este caso son de lineas puras y sencillas, pero a la vez prácticos y funcionales. El secreto de su elección está en su poco peso visual y físico, de esta manera no cargan el espacio y resultan livianos al conjunto.
¿Y tú? ¿Te ves viviendo en estos preciosos 27m2?
En el próximo post... te mostraremos un bonito apartamento chic decorado en gris y amarillo. ¡No te lo pierdas!
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