La mesa dulce estaba decorada con rosetones de papel de colores rojo, azul y blanco, con franjas y estrellas, con clara alusión a la bandera de EEUU.
¿Os habéis fijado que en cualquier película norteamerciana aparece la bandera americana? Fijaros, porque aunque sea en un pequeño rinconcito, siempre aparece. Así que en nuestra mesa tenía que estar presente, tenía que ser una fiesta como los que montan los americanos el 4 de julio, patriota al máximo.
La mesa estaba presidida por una "falsa" tarta de galletas decoradas, ya os adelanté que en esta fiesta no había puesto las galletas en una bandeja para que se las llevaran de recuerdo, sino que las pinché en un porexpan formando una tarta.
En cuanto a la tarta de verdad, en esta ocasión no la hice de fondant (como acostumbraba hacer en los últimos cumpleaños) sino que me decanté por una tarta al más puro estilo americano (bueno, una no, dos), un chessecake New York y un bundtcake con pepitas de chocolate, estilos muy diferentes para satisfacer a todos los paladares.
Había cookies americanas megagrandes, y los donettes decorados en glasa roja y azul
Todo los toppers y molinillos de papel estaban decorados con barras y estrellas, con los colores de la bandera americana.
Hice un letrero que invitaba a celebrar la fiesta del 4 de julio, con fuegos artificiales, y en su defecto, con bengalas para dar luz a la noche.
Tuneé una estrella con lucecitas que era toda blanca, poniendo un fondo azul, de este modo recordaba a las estrellas de la bandera.
En una fiesta americana no podían faltar los smores (marshmallow tostado y una capa de chocolate entre dos trozos de galleta Graham), así que dispuse todo lo necesario para que cada uno hiciera los suyos, con galletas (no eran Graham porque fue imposible conseguirlas), chocolate Hersheys y marshmallows.
En cuanto a las chuches, las escogí con los tonos de la fiesta, moras azules y rojas, corazones "patriotas" y regaliz rojo con el interior blanco. También había Jelly Belly Beans de todos los sabores, fué divertido adivinar los diferentes sabores, ¡suerte que teníamos una carta de sabores que ya os enseñé aquí!
Los kisses, los famosos bombones norteamericanos en forma de lágrima y delicioso chocolate con leche de Hersheys, no podían faltar en la sección dulce de la mesa. Me fue difícil encontrarlos en tiendas físicas en Barclena, por lo que los tuve que comprar por internet, ¡suerte tenemos de internet que se puede encontrar de todo!
Para que se llevaran los dulces y las galletas tuneé unas bolsas azules y rojas, a las azules les enganché estrellitas blancas y a las rojas les añadí franjas blancas. Un DIY muy fácil que convirtió unas sencillas bolsas en unas totalmente integradas con la temática de la fiesta.
Hice un sombrero típico del 4 de julio, el que lleva el tío Sam, que además de decoración, sirvió para hacer unas divertidísimas fotos con él.
En toda fiesta del 4 de julio hay cohetes y bengalas, por lo que en nuestra fiesta también hubo, no cohetes pero sí bengalas, para poder hacer brillar la noche.
En cuanto al menaje, vasos, platos y servilletas con la bandera americana
Y de bebidas, además de coca colas que compré en botellas retro, había las bebidas Jones, que combinaban en colorido con las patatas azules, rojas y blancas.
En cuanto a comida, no hay nada más americano que los hamburguesas y hot dogs, y tenían que estar presentes sí o sí.
Pero el gran descubrimiento fueron los bagels, deliciosos panes con agujero en el medio. El clásico y el que más me gustó fue el relleno de queso crema y salmón, el típico de New York, aunque todos estaban deliciosos.
Y hasta aquí nuestra fiesta americana, que como siempre intentamos vivirla al máximo.
Espero que os haya gustado, un beso.