Con los consejos que ofrecemos hoy desde Vivienda Saludable vamos a descubrir cómo terminar con esos malos olores que en ocasiones tenemos que soportar en la cocina y que, si nos descuidamos, pueden incluso provocar problemas respiratorios.
Principales causas de los malos olores
Hay olores y olores. Es evidente que una cocina queda impregnada de un olor fuerte cuando cocinamos un pescado como las sardinas. Otra cosa es que la cocina huela siempre mal. Entonces habrá que encontrar el motivo y eliminarlo de raíz. Estos son los problemas más frecuentes que pueden causar malos olores en la cocina:
- Acumulación en desagües. En Estados Unidos cuentan con unos trituradores de comida en los fregaderos. Así, cuando terminan de comer, vierten los restos y este aparato se encarga de triturarlos y tirarlos por el desagüe mezclados con agua. Sin embargo, en España y en los países de Latinoamérica es muy raro, por no decir excepcional, ver este dispositivo en las viviendas. Esto quiere decir que jamás debemos tirar comida por el fregadero de la cocina porque, de lo contrario, es posible que estos restos de alimentos terminen por obstaculizar el paso del agua, atascarse y producir malos olores. La solución pasa en este caso por avisar al fontanero para que resuelva el problema.
- Humedades y moho. Tuberías en mal estado, fugas, acumulaciones de agua... Las humedades terminan generando moho y malos olores. Así pues, tenemos que estar al tanto del estado general de las cañerías y solucionar cualquier problema derivado de un mal estado de conservación.
- Alimentos en descomposición. Es una de las causas más frecuentes de malos olores en las cocinas. Unas patatas o unas cebollas olvidadas y podridas al final del cajón de la despensa pueden terminan generando un hedor insoportable. Y cuidado, porque esto también puede suceder en el interior de la nevera, así que atentos a las caducidades de los distintos alimentos que tenemos guardados tanto dentro como fuera del refrigerador. El orden y la organización nos ayudará a evitar situaciones desagradables.
- Falta de higiene y limpieza. Es importante que limpiemos y desinfectemos la cocina a diario, especialmente en las zonas más utilizadas, como suelos, encimeras y zonas de cocción. Pero, además, hay que prestar atención a las áreas menos visibles, como las partes traseras y suelos bajo los electrodomésticos. Ni que decir tiene que la basura hay que tirarla todos los días si no queremos sufrir olores desagradables.
- El lavaplatos como origen del mal olor. Es otro de los focos de malos olores porque en ocasiones introducimos en él los platos, cubiertos y demás útiles con restos de comida. Es mejor enjuagarlos levemente con agua por dos motivos: para evitar los olores y para no sobrecargar innecesariamente el filtro del electrodoméstico.
Trucos para que la cocina huela bien
Una vez tenemos claros los puntos para prevenir los malos olores, ahora sí, vamos a ver qué podemos hacer para conseguir que la cocina huela bien.
- Cómo quitar el olor en el horno y en el microondas. Facilísimo. Pon a calentar durante cinco minutos medio vaso de agua caliente con medio limón en su interior previamente troceado. Verás cómo, pasado este tiempo, el olor ha desaparecido.
- ¿Malos olores en la nevera? Haz lo siguiente: pon en la parte trasera del frigorífico un recipiente con bicarbonato de sodio dentro. Al cabo de los días notarás la diferencia. Y recuerda limpiar la nevera con agua y vinagre, ¡un dúo perfecto!
- Si no puedes sacar la basura... y está llena, lo mejor que puedes hacer es meter en la bolsa unas rodas de limón y anudar la bolsa con fuerza. Problema solucionado hasta que puedas salir a tirarla.
- Evidente, pero útil. Recuerda cocinar con la ventana abierta y la puerta cerrada, así no se esparcirán los olores por el resto de la casa.
- Un gran aliado, el vinagre. Sí, a pesar de su fuerte olor, el vinagre neutraliza el resto de los olores. Si después de cocinar ha quedado olor en la cocina, puedes poner a hervir agua con vinagre a fuego lento. El resultado es espectacular. Ah, hervir clavo y canela también es bueno para ambientar y proporcionar humedad a la cocina.
- Un truco para cuando frías pescado. Si vas a freír, introduce un pedacito de manzana en la sartén y retíralo cuando se oscurezca. Puedes hacer exactamente la misma operación con la corteza de un limón. Te sorprenderá el resultado.
- Y si vas a cocinar verduras como la coliflor o el repollo, vierte un chorro de vinagre en el agua donde las vas a hervir.
- Cuando las tarteras huelen mal. Todos sabemos lo complicado que es eliminar el olor impregnado en una fiambrera. En este caso, la solución es sencilla a la par que sorprendente: introduce en la misma un papel de periódico arrugado, tápalo y espera unas horas. Pasado ese tiempo, ni rastro de olores.
- Plantas en la cocina. La cocina es una estancia que suele estar bien iluminada y ventilada, condiciones perfectas para tener plantas. Debemos apostar por ellas porque purifican el aire, ahuyentan a los insectos (no todas, pero sí muchas variedades), nos ayudan a dar sabor a nuestras comidas si son aromáticas y, lo mejor de todo, contrarrestan los malos olores.
Pon esta información en práctica y di adiós a los malos olores en tu cocina. ¡Te esperamos en nuestro próximo post de Vivienda Saludable!