Con el cambio de estación y la llegada del verano apetece adaptar la decoración de casa para sobrellevar mejor el calor y que refleje la alegría de los días más largos y cálidos.
El salón, una de las estancias en las que más tiempo pasamos, es fácilmente adaptable al paso de las estaciones. No hablamos de darle un cambio radical, sino de introducir pequeños detalles que aligeren su aspecto.
¿Cómo podemos conseguir un salón de verano con el mínimo gasto posible? Los textiles son los mejores aliados. Cambia los cojines de invierno por otros de tonos vivos y alegres, los corales, turquesas, amarillos dan mucha vida a cualquier ambiente. Las rayas son muy veraniegas y se pueden combinar cojines de rayas con otros lisos.
Si tu sofá tiene la tapicería oscura puedes puedes ponerle unas fundas de loneta en color crudo o blanco. Las encuentras adaptables a todo tipo de sofá o bien opta por un plaid grande de tonos claros para cubrirlo. ¡Verás qué cambio!
Pon grandes jarrones de cristal con flores frescas y macetas con plantas de verano. Las petunias, geranios, verbenas y begonias son plantas con flor de verano de intensos colores que alegran cualquier estancia.
Opta también por colocar algún espejo en la pared enfrentado, si es posible, a un ventanal para que refleje la luz.
Las velas también son una buena elección para el verano, por las noches puedes encenderlas para recrear un ambiente relajado.
Por último, aromatiza el salón con esencias de romero, pino, lavanda... te pueden servir velas aromatizadas o aceites esenciales.