El otro día busqué portavelas y vasitos de cristal que suelo utilizar por éstas fechas y me di cuenta que con las prisas los había guardado con restos de cera.
Por lo que os aconsejo que no lo hagáis, ya que suele dar mucha rabia y aunque tengo un método infalible para despegar los restos de cera del cristal, lo que podría ser una labor de 10 minutos ( el tiempo que tardo en encender las velas), se convierte en 2 horas.
Para quitar con facilidad y sin rallar el cristal esos restos tan antipáticos, sólo tenéis que meter el envase en el congelador un par de horas, y transcurrido ese tiempo, con ayuda de un pequeño cuchillo sin demasiado filo, podréis desprender la cera con facilidad.
Después sólo lo tendréis que lavarlo con agua y jabón de manos y un envase como nuevo.
El otro día, un amigo me comentaba que no ponía velas porque casi no le duraban, y que se había cansado de eso.
Para nada, os lo digo de verdad, hay un forma fácil y rápida para que nuestras velas duren el doble y no desprendan una oleada de humo.
Cada vez que compro velas, las meto en una bolsa de las de congelación y las pongo en el cajón del congelador durante unas horas... y si tienes espacio las puedes almacenar allí y sacarlas cuando las necesites.
Te aseguro que te sorprenderás de la duración de las mismas.
Ya no hay excusa de iluminar cada estancia de tu casa con unas cuantas velas.
Anímate e ilumina tu casa.
BUENA SEMANA DE NAVIDAD