Aunque la vivienda es pequeña, hay que reconocer que es perfecta para vivir una persona en una gran ciudad. Está situada cerca de las zonas de ocio y trabajo, es luminosa y exterior, y cuenta con una pequeña terraza con espacio para mesa y sillas que multiplica su valor.
La decoración interior tiene aires nórdicos, que nos sugieren verano, fresco y mediterráneo. El mobiliario es el justo y necesario para vivir confortablemente y a la vez que haya amplitud.
La reforma de esta vivienda supuso además un cambio de revestimientos, suelo, baldosas, para posteriormente pintar y amueblar. Te proponemos ahora que eches un vistazo al antes y el después... ¡impresionante!
En el próximo post... Una pequeña vivienda fuera de lo común
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