Los interiores de viviendas de estilo industrial son tendencia total, y no solo en grandes lofts, sino también en espacios más reducidos como este apartamento de 75 metros cuadrados repartidos en dos niveles, ubicado en un antiguo edificio del año 1700, en Christianshavn, Copenhague. Su interior es una combinación de estilo moderno e industrial salpicado de clásico y rústico. En todas partes hay metal y piedra, tonos azules y grises en contraste con beiges y blancos.
La cocina, al igual que toda la casa, tiene mucho carácter con la encimera de hormigón y paredes de piedra, materiales poco comunes en cocinas pero muy resistentes.
Toda la casa está llena de detalles con mucha personalidad que nos encantan, vigas a modo de separador, columnas revestidas en piedra, el foco industrial, o los montones de imágenes en la pared del fotógrafo Tim Walker, por destacar algunos.
Llaman la atención los muebles de aspecto pesado, como el armario tipo taquillas encontradas en "el mercado de las pulgas", la mesa hecha a partir de una antigua puerta a la que se le han colocado unas patas de hierro o las imponentes lámparas que cuelgan sobre la isla. En contraste tenemos toques modernos como el candelabro de diseño sobre la mesa o la sillas. El dormitorio está vestido para el frío con esa alfombra de piel, cojines peludos el calorcito de la chimenea y las prendas de punto.
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