Hoy os traigo unas ideas low cost para cambiar el aspecto de vuestra cocina. No sé si os pasa a vosotros, pero a mí, entre que estoy en un piso de alquiler y que las cocinas cuestan un dineral, siempre pensaba... "el día de mañana tendré mi cocina de tal manera, de este color..." . La cocina que tenía mi piso no me gustaba nada: cajones pequeños, una combinación de colores que no me gustaba, una encimera de mala calidad... Pero esto se ha acabado: hoy mi cocina me gusta más, porque le he dado un nuevo aire con el color. Y ahora, el tema de los cajones, la encimera, y que uno de los fuegos no funcione... me importa un poco menos :-) ¿Queréis saber qué he hecho?
Os presento mi cocina antes del cambio:
Se trata de una cocina con un único frente de trabajo, no muy grande como podéis ver. La nevera se encuentra a la espalda del fuego porque quisimos una nevera americana (porque era importante que hiciera hielo). El hueco que estaba planeado para la nevera lo ocupamos como un mueble de cocina de IKEA, el rojo que se ve en las fotos. Se combinan la madera con el blanco, pero en la cocina hay mucho gris/negro: el suelo, la franja del alicatado, la carpintería de la casa es gris antracita, la vitrocerámica, el horno... eran demasiados colores para ese espacio tan reducido...
El cambio:
Una de las cosas que menos me gustaba de la cocina, y que sabía que tenía fácil solución, era la combinación de colores. Por eso me decidí a panelar los muebles con vinilo. El color que escogí fue el negro: siempre me han gustado las cocinas con este color, y como he mencionado antes, es un color que ya existía en la cocina... Es un color atemporal, moderno y además al ser vinilo y no pintado, tiene brillo, por lo que refleja la luz... era perfecto. Uno de los paneles verticales, que era de madera color cerezo, lo he puesto con vinilo blanco, para que contrasten ambos colores.
Paso a paso.
1. Desmontar las puertas y tiradores.
2. Cortar el vinilo que necesitas. Ten en cuenta que con el vinilo debes forrar cada pieza por delante y por detrás.
3. Ve pegándolo como si fuese el forro de un libro. Ayúdate con un trapo para pegarlo (en mi caso lo humedecía un poco porque me resultaba más cómodo). Si te salen burbujas, no te preocupes: es muy cómodo trabajar con él, se puede levantar todas las veces que quieras y volver a pegar.
4. Coloca los tiradores. Yo he utilizado los mismos que tenían mis puertas pero si no te gustan los tuyos puedes aprovechar para buscar algunos que tengan la misma distancia entre tornillos, y cambiarlos.
Para terminar el diseño de mi cocina, hemos colocado unas luces de Ikea debajo de los muebles altos.
Los vinilos que he utilizado son de Leroy Merlin (14? cada rollo), y he gastado 5 rollos.
Os dejo también el link del post donde cambiaba el color de las sillas de Ikea, que veis en las fotos. Para verlo pincha aquí.
¿Qué os ha parecido? ¿Os gusta el cambio? Espero que sí :-)
¡Nos vemos en el próximo post!