Se trata de una cocina en pleno jardín. Y, si bien una de las motivaciones de este progresivo cambio tiene que ver con la búsqueda de un mejor aprovechamiento del espacio (sobre todo en pisos pequeños), otra de las causas es la creciente valoración de la cocina como una estancia de socialización. ¿Quién puede negar que el chef siempre se queda apartado de las conversaciones? Sin embargo, con cocinas como ésta, ya no habrá problema. Aquel al que le toque cocinar, podrá socializarse y hablar con los otros afortunados que toman el sol en la terraza. Hasta ahora la cocina era un espacio meramente funcional pero, ¿por qué no convertirla en una estancia acogedora donde poder charlar y reunirse con amigos?
Una cocina made in Infiniski
Esta cocina tan original ha sido diseñado por Infiniski, una constructora especializada en arquitectura modular que tiene creaciones sorprendentes como las casas Tarifa o Manifiesto (podéis verlas en su perfil en Houzz).
Siguiendo una filosofía modular y sostenible, Infiniski ha creado esta cocina exterior con la forma típica de una casa con tejado a un agua pero modificada para abrirse y conectarse al exterior. Con el jadín concretamente.
Su fachada de hierro natural está barnizada y le otorga una contundente presencia. Y fuera, a los pies del jardín, se encuentra un pequeño espacio muy acogedor. Una terraza exterior revestida en madera, donde se ubica la zona al aire libre de la cocina. A él se accede a través de unas puertas correderas acristaladas, también de hierro. Éstas, dan continuidad visual y espacial entre el interior y el exterior de la cocina.
Cómo organizar una cocina pequeña y exterior
Y mientras fuera todo es uniforme, dentro se encuentra un mundo lleno de color. ¿Los culpables? Nimú, un estudio madrileño de interiorismo.
Como se trata de un concepto en el que interior y exterior se hallan totalmente integrados, dentro no hay paredes ni fronteras. El salón y la cocina conviven en un mismo espacio. La cocina exterior se expande a lo largo de todo un lateral mientras que el salón queda en un extremo de la estancia. De hecho, la cocina se alarga sin perder continuidad hacia el exterior, donde se mezcla con un saloncito amueblado con dos hamacas, unas mesas auxiliares y un parasol de Gandiablasco.
Decoración de la cocina exterior
La iluminación es uno de los puntos fuertes de esta cocina exterior. No solo por la artificial, sino porque la luz natural hace su trabajo de maravilla. La gran cristalera deja pasar la luz solar y llena la estancia de luz y color. Sin embargo, no solo es la cristalera la única fuente de luz, sino que procede también de las ventanas cenitales (del tejado).
Se trata de dos ventanas de tejado de apertura eléctrica con mando a distancia (creación de Velux). Y si ya habéis alucinado con lo de ‘mando a distancia’ preparaos porque también tienen un sensor de lluvia incorporado que hace que se cierren solas cuando llueve.
Y por último, el suelo presenta un patrón gráfico de formas geométricas muy ochentero. Los colores pastel y de la tierra que alterna el dibujo de este suelo son la base ideal para el mobiliario, que por cierto es de la firma española Sancal.
¿Qué ‘pros’ encontráis a una cocina de exterior? ¿Os animáis a sacar la cocina al jardín? Si la respuesta es un sí, no os podéis perder estos consejos para decorar una cocina exterior. ¡Contadnos vuestras ideas!
Esta entrada Cocina exterior ¡con vistas al jardín! se publicó primero en Decoración 2.0.
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