Las cocinas nórdicas suelen estar equipadas con muebles sencillos, son prácticas y funcionales, y se rigen por los mismos parámetros. En cambio, en esta cocina se ha cuidado mucho la estética al equiparla con muebles modernos de líneas depuradas, sin tiradores a la vista ni nada que rompa su imagen minimalista.
La distribución está muy bien planteada: las zonas de trabajo y de almacenaje forman una L continua, en el centro se encuentra la isla con la zona de cocción frente a una parte destinada a desayunos con taburetes. Incluso cuenta con un armario sin puertas para guardar libros y revistas de cocina. Junto a la ventana se ha incorporado un banco a medida para tomar un café rápido que sigue la misma línea de toda la cocina.
En definitiva, nos parece una cocina planificada perfectamente para albergar en un mismo espacio muchas de las actividades que realiza una familia a diario.
Vía: Vastanhem