¡Hola a todas! ¿Cómo estáis?
En el ecuador de esta última semana de locura os traigo un post que sé que va ser leído tanto por gente que está muy a favor como en contra, así como por gente que todavía no tiene una opinión al respecto. Ya sabéis que aquí, en el blog y en mi comunidad de redes sociales, sois todas bienvenidas (permitidme que hable en femenino ya que el 97% lo sois), siempre y cuando las críticas se hagan desde el respeto. Podéis estar o no de acuerdo y manifestarlo, por supuesto, pero con una visión de aportar y construir, no de destruir.
Hace ya varias semanas que os enseñé por Instagram stories los collares de ámbar que pedí para mi y para Julieta. Siempre ha sido motivo de mensajes y comentarios preguntarme por el de Valentina, y lo ha seguido siendo ahora que también me veis el mío. Y así os he ido respondiendo de manera privada a cada una de vosotras, hasta hoy que hemos decidido junto con Aurora, haceros un post de manera conjunta para resolveros todas las dudas que hacéis.
Todos los collares que nosotras hemos usado y que podéis encontrar en Aurora son naturales y están realizadas con ámbar báltico 100% natural. El ámbar es una resina vegetal fosilizada durante millones de años. El ámbar con el que trabajan Aurora es proveniente de Lituania, el más puro y con más concentración de ácido succínico. También, están confeccionados en combinación con otras piedras semipreciosas, todas ellas aptas para uso en niños.Los collares siempre tienen que ser de un proveedor certificado. Esta es una de las preguntas que más soléis hacerme, cómo saber si es ámbar lo que compráis o no. Las joyas de Aurora se entregan con un certificado de autenticidad realizada de forma anual por la International Amber Association, donde se examina la pureza del ámbar sobre una muestra
El ámbar (y el resto de piedras que utilizan) son redondeados y no en punta, ya que se comercializan muchos collares con ámbar en formas puntiagudas y eso puede dañar la piel de los bebés. Sus collares son seguros para uso en niños y bebés ya que están confeccionados especialmente para ellos, con las piedras anudadas individualmente. De este modo si por algún motivo el collar se rompiera las piedras no se soltarían. El cierre que utilizan es un cierre tornillo con interior de plástico, por lo tanto el collar no puede ser quitado por el niño.
La medida del collar debe ser corta, para calcularlo tenéis que dejar más o menos tres dedos desde el cuello, para que el bebé no pueda morderlo; no porque sea tóxico si no para evitar riesgos de rotura. El hilo que utilizan en Aurora es de poliéster, un material resistente a la abrasión y que no corre el riesgo de que se rompa con el uso, los baños, etc. Además no tiene elasticidad por lo que no pueden darle vueltas ni tirar del collar.
Si bien los collares se pueden dejar para dormir, considero que es un tema muy personal y decisión de cada familia y de su tranquilidad. Es por ello que desde Aurora la recomendación que os hacen por si no queréis que vuestros peques duerman con ellos puestos, es que les deis dos vueltas alrededor de su tobillo para que puedan seguir en contacto con la piel del niño.
Soy consciente de que hay mucha gente reticente a todo lo que no tiene una evidencia científica, y lo respeto. Por favor no hace falta que me reenviéis el artículo que lo expone. Sí, soy consciente de ello pero como en muchos otros aspectos (las flores de Bach por ejemplo, las terapias alternativas, etc) no tienen evidencia científica pero las hemos usado durante años en nuestra familia, las seguimos usando y nos funcionan. Es algo que nos veis a diario y que engloban un valor más nuestro y es por ello que me siento orgullosa de que forme parte de este rincón virtual.
Post patrocinado por Aurora Joyas