Se siente la primavera en el ambiente y todo parece ser más intenso:
el color, el calor, el aroma, la luz...
O al menos lo vivimos con mayor intensidad.
Nuestra percepción cambia y se vuelve más relajada, animándonos a
disfrutar el aquí y ahora.
Incluso un momento tenso como puede ser una caravana de tráfico a la
vuelta de vacaciones se vive de manera distinta.
Abrimos las ventanillas del coche, nos dejamos llevar por la música, fijamos
nuestra atención en el paisaje, en los pequeños cambios que acontecen en
esta estación siempre alegre y motivadora.
Estamos de vuelta de Semana Santa y volvemos con otros ojos,
ojos de Primavera.