Bel Mondo, el primer restaurante del grupo Big Mamma en Madrid, es para para mí el más bonito y deseable de la capital. Y no debo ser la única porque está siempre tan solicitado que conseguir reservar mesa es toda una odisea. Pero, como me imaginaba y me constató después una de sus camareras, entre semana si vas a la una o a las veinte horas es posible conseguir una mesa sin haber reservado
Y eso es lo que hice hace unos días, ir a comer a hora europea, lo que me permitió, además, fotografiar y grabar a mis anchas este espacio que es una auténtica maravilla
Cuenta con varios ambientes: un gran salón estucado y decorado en rosa (las tres primeras fotos), tras el que se encuentra un espacio igualmente elegante pero algo más casual (foto 4); otro gran espacio totalmente acristalado y lleno de plantas, que trasmite sensación de patio y cuenta con innumerables rincones preciosos (fotos 5 y 6); un distribuidor central con barra (foto 7).
La escalera de subida, al estar en un primer piso, es ya en sí misma una fantasía (foto 8) y la foto 9 es de la fachada que tomé al salir y, como veis, llena de gente esperando que alguna reserva fallase.
El baño, que es también una fantasía, lo podéis ver en el vídeo final.
En cuanto a la comida, su carbonara es con mucho mi preferida y la más exquisita que he probado (ya os mostré hace tiempo en Instagram cómo la preparan al lado de la mesa utilizando un gran parmesano) La cantidad que ponen es tal que no es necesario tomar entrante ni segundo. Casi ni postre, pero es que yo no puedo comer sin acabar con algo dulce así que pedí tiramisú y café Muy rico aunque, si os soy sincera, he probado alguno mejor de éste que es mi postre preferido