Cuando se tiene una escalera en casa suele resultar complicado encontrar ideas para aprovecharlas bien. Es el nexo de unión entre la planta baja y el piso superior, pero a menudo no se le concede la importancia que tiene y se deja yerma, vacía, sin elementos que la mejoren. Hoy te damos algunos trucos e ideas para decorar escaleras interiores.
Cuando nos planteamos la decoración y el uso del espacio en las escaleras interiores tenemos que centrarnos básicamente en tres puntos que son importantes: la propia escalera, la decoración de las paredes, y el aprovechamiento del hueco que queda debajo.
Si nos fijamos en esos tres aspectos y los cuidamos, seguro que nuestra escalera interior deja de ser un mero espacio de paso para convertirse en un rincón con personalidad propia que no dejará a nadie indiferente.
La escalera, un elemento especial
Hay casas que son auténticas joyas arquitectónicas. Incluso sin ser mansiones ni edificios espectaculares, pueden incluir elementos que destaquen y llamen poderosamente la atención. Y eso es lo que pasa muchas veces con las escaleras interiores, que son ya por sí mismas una estructura decorativa muy importante, capaz de asumir todo el protagonismo. Escaleras de cristal, de caracol, con trazados originales, con espectaculares balaustradas, etc. Algunas de ellas se convierten por la propia arquitectura en el centro de la casa, y en torno a ellas se organizan los distintos espacios.
Hay escaleras cuyo diseño ya es decorativo por sí mismo y necesitan pocos adornos y complementos, por no decir ninguno. La forma y el trazado, el diseño de la balaustrada, el material de la misma, de los peldaños, etc. En estas circunstancias no es necesario hacer apenas nada. No hace falta llenar el espacio con otros recursos decorativos que solo distorsionarán el ambiente, abigarrándolo, porque ya la propia escalera tiene la suficiente fuerza por sí sola. Con poner un cuadro bonito sería suficiente.
Sin embargo, las escaleras más normales ganan muchos puntos si se decoran de alguna manera. Por ejemplo, puedes pintar la escalera de forma original. Pinta los peldaños con pintura de colores intensos y alegres, como si una alfombra colorista los recorriese de arriba abajo. Fíjate en la imagen. ¿A que el resultado es genial?
¿Y las paredes?
Si tu escalera es bonita pero las paredes vacías le dan un aspecto anodino, hay muchas soluciones a tu alcance. Antes de colgar el típico cuadro, comienza por pensar en los materiales de este espacio. Seguro que puedes mejorarlo si le pones un zócalo de madera hasta media altura y pintas con pintura plástica el resto de la pared. La pintura que elijas y también el color son importantes, ya que de lo contrario el resultado será bastante soso.
El papel pintado es también una buena idea: flores, rayas de intensos colores, grandes y potentes estampados. Aquí no hay lugar para la moderación. Elige un papel que te guste y viste con él la pared.
También puedes jugar con los cuadros para conseguir efectos diferentes: puedes poner uno de gran formato, o una composición de varios más pequeños. Agrúpalos como más te guste, con el mismo marco y láminas o fotografías diferentes, o con imágenes parecidas y distinto marco. Incluso puedes colgar varios marcos de madera vacíos en distintos tamaños y colores que contrasten con el de la pared. ¡La imaginación al poder!
Si la escalera no es demasiado pequeña o angosta, puedes colocar algunos muebles auxiliares de forma que no entorpezcan el paso, claro. Ten en cuenta que la escalera puede ser peligrosa (por el mismo motivo, procura que esté bien iluminada). Consolas estrechas, mesitas, o también plantas en grandes maceteros.
O, si el arranque de la escalera está junto a la puerta de la calle, es una buena idea poner unas perchas para colgar los bolsos, las llaves, etc. De esta manera le darás, además, una función muy práctica. Mira lo bien que queda…
Aprovechar al máximo el hueco bajo la escalera
No dejes que el hueco que queda debajo de la escalera sea un espacio muerto. Aprovecha cada centímetro cuadrado y sácale partido. En función de dónde quede ese hueco puedes utilizarlo para una u otra cosa. Aquí tienes algunas ideas: un aseo para invitados, un rincón de lectura… o una biblioteca, ¿por qué no? Incluso puedes hacer un armario, cerrando el hueco con una puerta. Esta idea es muy habitual, aunque quizás menos decorativa.
Los muebles de diseño quedan muy bien en este espacio. Si pones una alfombra y una silla especial, tendrás un decorativo rincón para aprovechar el hueco de la escalera. Y si el hueco de la escalera está cerca del comedor, será el lugar ideal para poner un aparador en el que guardar la vajilla, y así descongestionar la cocina.
Sea como sea, lo importante es que la escalera no parezca un terreno vacío, un espacio de paso, soso y sin gracia. Después de ver estas ideas, ¿cuál de todas te ha gustado más?
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