Aunque existen productos específicos para este problema, pueden resultar muy abrasivos para la porcelana. Sobre todo si la vajilla es de color o está decorada con oro. Un uso inadecuado de estos productos pueden dejar nuestra vajilla totalmente irrecuperable.
Eliminar los arañazos con bicarbonato y limón
Es por este motivo por el que nos gusta este truco casero, que además de fácil y rápido, cuenta con cosas que todos tenemos a mano por casa, como un limón, bicarbonato o vinagre. Eso sí, como en cualquier otro proceso de limpieza, te recomendamos que utilices guantes para no estropear tu piel.
En primer lugar, mezclaremos en un bowl, un poco de bicarbonato y el jugo de un limón. Lo amasamos bien con los dedos y lo dejamos reposar unos 10 o 15 minutos.
A continuación y con ayuda de un estropajo suave, aplicaremos esta mezcla sobre la superficie del plato estropeada. Frotaremos con la ayuda de un estropajo suave. Hazlo lentamente y en movimientos circulares, incidiendo para eliminar los arañazos.
Después, lo dejaremos actuar alrededor de dos minutos y aclararemos las piezas de la vajilla como lo haríamos habitualmente.
En el caso de que no se hubiesen eliminado los arañazos por completo, repetiremos el proceso. Pero esta vez, añadiremos unas gotas de vinagre blanco a la mezcla. ¡Ya verás qué brillantes se quedan tus platos!
Ahora que sabes como dejar la vajilla como nueva, te recomendamos que leas también estos consejos para mantener la cristalería impecable.
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