Hace tiempo que me ronda en la cabeza darle un cambio a la vajilla de casa, tengo la típica básica de IKEA combinada en dos colores, la mitad de las piezas son blancas y la otra mitad son color berenjena. En la feria Handmade de Barcelona (podéis recordarla aquí y aquí) descubrí los rotuladores permanentes Sharpie. Es muy fácil de hacer, me explicaron que sólo tienes que hacer el dibujo que prefieras (letras, frases, dibujos geométricos o lo que más te guste), los metes unos 20 o 30 minutos en el horno y ¡listo! ya no se borrarán al lavarlos. ¿Parece mágico verdad? Os dejo las ideas que más me han gustado por si os pica el gusanillo como a mi. ¿Los conocíais ya? ¿Los habéis probado en alguna manualidad?
(Podéis ver la fuente pinchando en las fotos)