Muchas veces, o al menos yo, en algún momento deseamos vivir en una casa inmensa. Casi palaciega, con amplias estancias, muchas habitaciones y como no mucha luz. Momentos en los que me he preguntado como seria vivir en una mansión en mitad del campo, con un aire francés chic y delicado, y con esos momentos bucólicos y románticos, de cenas al aire libre, lecturas en el porche o sesiones de merienda en el comedor de invierno.
¿Os ha pasado a vosotros también?
Bueno, pues aun sin esa inspiración tan chic o afrancesada hoy vemos como se puede vivir e una mansión de 1917 con aires mas actuales y vintage-industrial.
Mas menos lo que yo pensaba, lo hizo Lidia Vedder, cuando decidió emprenderse en la reforma y renovación de una antigua construcción para hacerla ahora, su nuevo hogar.
Un espacio en el que conviven estancias idílicas que contrastan con la rudeza de elementos muy industriales, y el arte o delicadeza de obras de arte y composiciones naturales.
Una reforma que lleva un toque actual, haciendo que estancias como el salón en lugar de verse sobrio y elegante, se definen como actual, divertido y fresco.
Lejos de ese estilo clásico y recargado, vivir en una mansión puede ser una experiencia vital y rejuvenecedora. Porque la arquitectura clásica no riñe con los estilos… solo hay que saber conjugarlos.
Una casa en la que existen un sin fin de materiales, desde suelos con paneles de OBS o pizarra.
Con frisos de pintura, o un dormitorio en buhardilla que renuncia al espacio para tener un entorno arquitectónico único.
A mi me ha hecho darme cuenta de otras formas de vivir en una mansion…Y vosotros…¿Preferiríais estar en un lugar mas elegante, o con esta vitalidad?
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