1. El primer punto para evitar la humedad es tender rápido, es decir, sacar la ropa de la lavadora pronto y tenderla. Si vemos que se nos ha olvidado, es mejor volver a darle un programa corto y evitar el olor a humedad.
2. A la hora de poner las lavadoras, además de la típica clasificación de blanco y color, podemos apartar las toallas o la ropa muy sucia. Si el olor a humedad es persistente, junto con el suavizante añadimos un chorro de vinagre blanco.
3. Lo ideal es tender la ropa en un lugar abierto, protegida de la lluvia y con mucho espacio para que todo esté muy estirado. Estos tres requisitos no se suelen dar en nuestras casas, así que lo mejor son los tendederos plegables que podemos poner tanto en exterior como en interior. Además, casi siempre son plegables lo que hace que ocupen poco espacio y podamos guardar tras una puerta o junto a la lavadora.
4. Existen también algunos tendederos pensados para el interior de la vivienda y los pisos que no cuentan con terraza. Se trata de pequeños módulos que puedes colgar del radiador y secar ropa interior o las toallas en el baño.
5. Para evitar planchar, el secreto está en saber tender bien. Aunque hay cosas como las camisas, que lógicamente no podremos evitar, pero la ropa de los niños o las camisetas de algodón sí. El secreto está en estirar muy bien antes de tender y colocar las pinzas en las costuras para no crear marcas.
6. Nunca debemos tender la ropa muy mojada, si la hemos lavado a mano debemos darle un programa de centrifugado suave o ponerla en horizontal para que el peso no deforme la prenda.
7. Justo antes de plancharla o de guardarla, podemos rociar una mezcla de agua con un chorrito de suavizante para que huela todo mejor. Siempre poca cantidad de suavizante y a distancia, para evitar manchas o cercos.