mis horas,
mi vida más cerca de lo verdadero,
del vaivén que se supone que es estar fresca y vivir.
Si bien me duele no se qué,
además de ya faltar poco para cumplir mis 48,
es muy lindo saber que estoy junto a algo que me soporta y sobrepasa.
Hoy una vez más le di al universo mi malestar en relación a mi actuar como madre.
Nuevamente el universo me responde de la mejor manera,
mi pequeña contándome sus experiencias,
viendo que había aprendido… mis palabras mis sentires, mis importancias parecen ya haber sido incorporadas…
emoción,
placer,
recompensa,
y una silenciosa afirmación,
cada problema solo lo entrego y sigo con mi tarea.
Los resultados son abiertos esplendidos
libres,
psicodélicos,
inesperados y perfectos…
solo me queda agradecer…
….cuadro pintado en 1994… cuando volar era cotidiano y loco…
Fuente: este post proviene de conciencia en el arte, donde puedes consultar el contenido original.
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