Sus alcances son muchísimos, y se puede hablar de diferentes tipos de decoraciones para distintos ámbitos, incluso también si hablamos de decoración de casas, de interiores, de objetos, con muebles, de libros, de panfletos, para fiestas, para reuniones, y la lista podría ampliarse mucho más.
Lo cierto es que es muy difícil definir qué es lo que está bien y qué es lo que está mal a la hora de decorar, y esto responde muchas veces a los gustos particulares que cada persona tenga y cómo se sienta más cómoda con ciertos tipos de texturas, colores, formas, pinturas, etc.
Sí es verdad que la decoración en sí oculta ciertos secretos que están más emparentados con el quehacer práctico y con el sentido común. Es por ello que muchas veces, para poner un ejemplo, si debemos hacer algún tipo de decoración en un ambiente reducido de nuestro hogar, deberá primar el buen tino y no atiborrar a esa habitación con cosas de más que terminarán estorbándonos, más que dándonos placer el tenerlas.
Como veníamos diciendo, en la decoración entonces deberá primar el sentido común. Muchas gamas de colores son propicias para combinar, así como también diferentes tipos de texturas se acoplan más unas con otras. No hay que tenerle miedo a la innovación pues, por el contrario, muchas veces el poder romper con los moldes y poder crear cosas nuevas y que no estén signadas solo por lo clásico, puede terminar resultando una creación muy hermosa y hasta funcional.
Sobre este punto nos gustaría también hacer un comentario. En muchas oportunidades se pierde de vista que la decoración además de ofrecernos algo bonito a la vista, puede resultarnos muy útil y debemos aprovechar sus funcionalidades. Los espacios son fundamentales para ser utilizados de manera inteligente, brindándonos muchas más comodidades de las que nos imaginamos. Justamente, una mente abierta y una buena imaginación, es lo que más precisaremos para ser ingeniosos a la hora de decorar.
Debemos, eso sí, visualizar bien nuestras ideas antes de poner manos en práctica. Esto es vital, dado que nos dará un ordenamiento necesario para acomodar todos esos pensamientos y estilos y colores que tenemos dando vueltas en nuestras cabezas y que no sabemos cómo organizar bien.
Para ello, siempre es muy útil no cerrarnos a lo que nosotros pensamos y ver diferentes tipos de opciones y también, por supuesto, aceptar diferentes consejos de allegados y amigos, pues podrán ver desde otra perspectiva aquello que quizá nosotros le imbuimos con cierto grado de pasión o sentimientos, y los otros nos pueden terminar brindando una opinión más objetiva.
Por lo demás, el consejo es que dejemos nuestra mente libre y curiosa, capaz de explorar distintos tipos de ideas y pensamientos, que nos permitan innovar y sacar el mayor provecho de lo que queremos decorar. Y recuerden, la decoración puede resultar una actividad que termina siendo una caricia para el alma.