Un espacio para vivirlo, para comer, para reunirse, para disfrutarlo.
Así es la sala de estar - cocina - comedor que vemos hoy.
Porque las casas son para ser vividas, y este es un ejemplo, de estilo nórdico, también algo minimalista, pero con personalidad, con detalles y con cosas, porque no me gusta ver pisos vacíos.
Menos es más:
Vale, no hemos dicho muchas veces, menos es más. Pero en las imagenes de hoy, no os enseño un piso sin muebles, de esos que están medio vacios, que dan miedo.
Es un piso que para conseguir este aspecto, han incluido tonos neutros, muy neutros y pocas notas de color. Con plantas de hoja verde, han conseguido añadir color y frescura.
Decoración que marca la diferencia.
Un reloj de arena, plantas, una mano articulada de madera, velas ... esos detalles que hablan de uno, que cuentan historias sobre nosotros. No hay que dejarlos atrás, me gusta exponer esas pequeñas cosas y que nuestra casa hable de nosotros.
¿Qué os parece?
Algunos detalles interesantes:
El cuartito con grifo, en modo office, o ideal para prepar platos fríos rapidos, y muy útil para dejar los platos sucios cuando tienes invitados, sin tener que dejarlos en la isla de la cocina. De esta manera el desorden no es tan perceptible.
La mesa en paralelo a la isla de la cocina, hace que sirva como banco de trabajo y visualmente parece que la cocina es mayor.
Las cortinas de lino blanco, perfectas para no dejar desnudos los ventanales. No me gustan las casas sin cortinas, me parece que están a medio decorar. De esta manera, queda un aspecto cuidado, pero se mantiene la misma entrada de luz.
Espero que este espacio os sirva para coger algunas ideas, que se que la mayoría no contamos con estos espacios tan grandes, yo la primera, pero siempre se pude tomar algo para nuestras casas.
Besos
Vía