No es ningún secreto que somos auténticos fanáticos de Pinterest, muestra de ello es nuestra sección especial de los Viernes. En la mayoría de los casos son apartamentos, casas, y loft realmente impresionantes y al alcance de muy pocos, como el loft en Nueva York que os mostramos hace unos días.
Pero de vez en cuando, te encuentras con algún lugar que nos demuestra que un lugar puede ser realmente encantador y mágico, aunque tenga pocos metros, solo hace falta un poco de pasión y buen gusto. Este es el caso que hoy os mostramos. Esta pequeña casa de pescadores, bien podría estar en Conil, Ayamonte, o en el Cabo de Gata, o en cualquier pueblo costero del sur de nuestro país, pero para nuestra sorpresa, esta en Dinamarca.
Esta acogedora casa de pescadores danesa de 1830 de 110 metros cuadrados , dividida en dos plantas, no es demasiado grande pero esta dentro de un gran jardin y se encuentra en un lugar con un ambiente especial. Desde fuera parece una casa de pueblo tradicional danesa, pero la decoración es deliciosa y sorprendente.
El interior es una mezcla de diseño, muebles de época, telas étnicas y obras de arte moderno. Las paredes blancas y suelos de madera clara dan una sensación de amplitud.
En el comedor, para la mesa se utilizaron antiguos tablones de roble colocados en la parte superior de una antigua mesa francesa de hierro, y el resultado es una mesa rustica y, al mismo tiempo con cierto toque nostálgico . Como contraste funcional se eligieron las míticas sillas Eames de los años 50
Una gran cantidad de tejidos étnicos, arte moderno y una gran colección de macetas hechas a mano en formas escultóricas y de muchas culturas y épocas, unifican los espacios de toda la casa
La cocina se abre parcialmente hasta las salas de estar. con el suelo de mármol travertino, y todos los electrodomésticos son de Asko. En la pared cuelga una litografía de Eilar Bille. La cesta en primer plano es de los años 20 y los dueños la compraron en un mercadillo.
En la primera planta hay una pequeña área de trabajo. El escritorio, dos caballetes pintados de negro con el sobre de mármol reciclado, el taburete vintage comprado en un mercadillo, las acuarelas y el foco de Muuto componen un conjunto encantador
El dormitorio en el primer piso está recién reformado con vigas libres y suelos nuevos. Tanto la colcha y la alfombra pertenecias a los dueños y eran de uno de sus viajes a Marruecos
No nos negareis que es una autentica monada y a vosotros ¿que os ha parecido? esperamos vuestros comentarios, nos hace mucha, mucha ilusión recibirlos, y si no tenéis tiempo de comentar, y os ha gustado, dale a "Me Gusta"
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Genovés Atelier
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