De un tiempo a esta parte lo veo todo en la gama de los azules, lo que ha provocado que haya saltado mi sensor coolhunter.
El Azul tiene muchos matices y todos valen pero, en especial, el azul cielo casi blanco, me da la sensación de que está empezando a imponerse a los beiges o blancos puros.
Y es lo más en las cocinas o en carpinterías de puertas o armarios.
El azul es un color frío que transmite calma, (acuérdate de los hospitales, aunque mejor piensa en el cielo y el mar) y, que consigue espacios elegantes y con sensación de amplitud.
Incluso he leído por ahí que el feng shui lo desaconseja en los comedores porque puede quitar el apetito (lo que no me parece un problema en plena operación bikini), más bien, ya me lo podrían haber contado antes.
En sus gamas más oscuras como el azul marino o el azul agrisado puede ser una buena alternativa al gris o al negro de las paredes oscuras que tan de moda están ahora.
Creo que lo que más me gusta de este color es lo bien que queda con prácticamente todos los demás.
Por si no te apetece pintar las paredes, prueba a colocar una imagen grande con un paisaje azul como protagonista. Conseguirás un efecto parecido con un recurso que te condiciona menos.
Y por último, ¿Qué me decís de la delgada línea que separa el verde agua del azul?
¿Cuenta como azul?
Que sepáis que me voy de fin de semana largo rumiando esta cuestión.
Por cierto, espero que os guste el nuevo diseño del blog.