Hace unos meses tuve la suerte de ver la casa palacio de Lorenzo Castillo, un antiguo palacete del S XVII. Vivienda, show room y despacho.
A pesar de que ya había visto muchas imágenes en televisión y en revistas, me sorprendió el maravilloso espacio que el interiorista ha creado en el centro de la ciudad de Madrid.
Color, antigüedades, diseño, arte, texturas, diversión… No es de extrañar que figuras internaciones de gran renombre, hayan tratado de utilizar este espacio para celebrar los eventos más exclusivos.
Sin duda, mi espacio favorito es la entrada por la cochera. Un espacio verde, lleno de luz, el sonido del agua de una fuente…
Un lugar idílico donde relajarse en el corazón de una bulliciosa ciudad, como es Madrid. Acompaña este espacio de relax, multitud de antigüedades, y es que, el interiorista, es un gran anticuario. Esto queda reflejado en cada uno de los ambientes y en cada uno de sus proyectos.
Subimos por una impresionante escalera, decorada de arriba a abajo por unos cuadros ingleses antiguos. Según nos contó el interiorista y diseñador, todos fueron adquiridos de una tienda inglesa que visita muy a menudo.
Es importante señalar, que en la obra que transformó este espacio, se respetó en todo lo posible, la arquitectura del espacio, y se recuperó todos los elementos originales del palacio. Mármoles, maderas, molduras…
Después de subir las escaleras, llegamos a la galería. Un gran espacio alargado, repleto de detalles y objetos impresionantes. Nada más entrar en la galería, llama la atención un exótico bar de bambú (con loros incluidos, ;)) que asoma al final de la misma. Creo que es el alma de todas las fiestas, y no es para menos.
Al final de la galería encontramos la zona de servicio, con cocina, un pequeño comedor con barra, una gran habitación de trabajo, y un impresionante salón, con cama incluida! Espectacular!
Después de subir las escaleras, llegamos a la galería. Un gran espacio alargado, repleto de detalles y objetos impresionantes. Nada más entrar en la galería, llama la atención un exótico bar de bambú (con loros incluidos, ;)) que asoma al final de la misma. Creo que es el alma de todas las fiestas, y no es para menos.
Al final de la galería encontramos la zona de servicio, con cocina, un pequeño comedor con barra, una gran habitación de trabajo, y un impresionante salón, con cama incluida! Espectacular!