Después de tanto tiempo sin dar señales de vida, no quería dejar pasar la oportunidad de hacer un proyecto “Do It Yourself” para el próximo Halloween, e iniciar así una nueva sección que haremos periódicamente. En este caso, y por falta de tiempo, la haremos a partir de fotos de proyectos externos, pero prometo que la próxima vez serán mis propias fotos.
Uno de los elementos que nunca pueden faltar en Halloween es la calabaza, así es que el DIY de hoy se centrará en ellas. Sin embargo, no utilizaremos los colores típicos de Halloween, el negro y el naranja. Daremos una vuelta de tuerca y utilizaremos el blanco, que normalmente simboliza la luz, la pureza, lo nuevo, para representar una fiesta que significa lo diametralmente opuesto, y un toque de flúor, que les aportará originalidad. Existen infinidad de proyectos en la red para decorar con estilos más o menos clásicos, utilizando la técnica decoupage, pero yo me he decantado por un proyecto más sencillo y con un resultado más impactante…
Para hacer este DIY necesitaremos:
Varias calabazas de diferentes tamaños. Si las encontramos blancas mejor, si no, las pintaremos.
Pintura Acrílica de color blanco.
Cinta de Pintor.
Pintura Acrílica de colores Flúor.
Pinceles finos.
Cuchara grande.
Un Cartón de Huevos.
Alfileres.
En España es difícil encontrar tantos tipos de calabazas como en otros países, así es que buscaremos las que más nos gusten entre las opciones posibles.
En primer lugar, lavaremos con agua y jabón las calabazas. Después, las limpiaremos por dentro para evitar que se pudran. Para ello, recortaremos la parte superior, que luego servirá de tapa, y sacaremos las semillas y fibras del interior. Puedes ayudarte de una cuchara.
Para que sea más sencillo pintarlas, pincharemos unos alfileres en el cartón de huevos y lo pondremos boca abajo. De este modo, las calabazas se mantendrán estables y podremos pintarlas sin problemas.
Pintaremos la calabaza entera de blanco, con movimientos largos, hasta que esté totalmente cubierta. Es posible que tengamos que dar dos capas para que el color naranja quede totalmente cubierto. Dejamos secar.
Una vez secas, pondremos cinta de pintor o “de carrocero”, pare evitar que los nuevos colores manchen el blanco. La pondremos como queramos, dependiendo de las formas que queramos hacer.
Volvemos a apoyar sobre los alfileres y pintamos a nuestro gusto con los colores flúor que hayamos elegido y dando las capas necesarias hasta que el color quede completamente uniforme. También podemos pintar el tallo, de color blanco, negro o de alguno de los colores flúor que hemos elegido. Dejamos secar.
Por último, para que la tapa que hemos hecho al recortar la parte superior quede fijada, utilizaremos pegamento de contacto.
Os gusta el resultado???
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