Pintar las habitaciones de colores claros aumentará la luz reflejada en ellas y, por lo tanto la sensación de claridad y luminosidad. En el caso de que la luz natural sea prácticamente inexistente en la estancia y no pueda reflejarse, la recomendación aquí es utilizar colores cálidos para la pintura.
Los espejos actuarán como las paredes claras: reflejarán la luz y la distribuirán por el resto de la habitación.
Una planificación exhaustiva en la casa para colocar las lámparas y el resto de luminarias en su lugar adecuado nos ayudará a sacar mucho más provecho de su iluminación.
Velas, LEDS, apliques... todos estos artículos nos permitirán, no sólo iluminar nuestro hogar por la noche con una luz indirecta regulable, sino que también podemos darles otros usos como la creación de un ambiente romántico y sugerente.
Dejar el paso libre a la luz es, evidentemente, primordial. Es necesario eliminar los obstáculos que obstruyan la entrada de la luz a través de las ventanas. Para ello, también es interesante valorar la posibilidad de cambiar algún tabique o separador de estancias por un material más traslúcido que permita atravesar la luz a otra habitación.