Hace muchos años que perdí el espíritu navideño, hay acontecimientos que marcan para siempre, algunos buenos y otros malos, huellas que ni siquiera el tiempo puede borrar, por desgracia aquel revés en mi vida sucedió en Navidad. Desde que soy madre he intentado contagiarme del buen rollo que transmiten los niños estos días, no puedo decir que lo haya conseguido, pero sí es verdad que me emociona ver a mis hijas con tanta ilusión por montar un árbol, cuando las veo pasmadas ante las luces de las calles, cualquier detalle les fascina, más aún cuando llega el momento de abrir los regalos, son instantes que sí merecen la pena.
Por otro lado, el consumismo frenético y obligado de estas fechas me estresa sobremanera, mira que me gusta regalar (mucho más que cuando me regalan a mí), me encanta encontrar el regalo perfecto para cada persona, pero no ahora y por obligación, todas estas prisas y ese gastar por gastar, no lo entiendo. Mucho más bonito regalar porque sí, porque te quiero, porque lo mereces o porque de da la realísima gana de hacerte un detalle. Esto es lo que pienso.
Por cierto, hablando de la inocencia de los niños, mis hijas están a punto de perderla. Muchos niños de sus clases ya saben quién es Papá Noel y los Reyes Magos, lo peor es que no guardan el secreto así que vienen a casa con la cantinela “mamá, me ha dicho menganito que Papá Noel no existe que sois los padres“, ahí me pongo muy seria y les digo, “hijas es que vuestros amigos no han tenido la suerte de ir a Laponia y conocerlo en persona“, eso sí cuela, pero acto seguido me preguntan ¿y los Reyes Magos?, ahí ya no sé qué decir. Uff! no quiero que pierdan esa inocencia es lo único que para mí merece la pena en estas fechas (aunque me temo que de este año no pasa, a Marta ya la he pillado más de una vez husmeando por los armarios…)
Como sabía que esta semana la tenía complicada, el fin de semana pasado hice los deberes y dejé cargadas las imágenes de este post. Es el trabajo de Janis Nicolay, fotografía de interior, de exterior, lifestyle, un poco de todo, hecho con muy buen gusto. Que las disfrutéis!
Ah! y perdón por el rollo navideño que os he metido…
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