Aunque esto lo asumo sin problemas, también confieso que a veces me es imposible resistir la tentación de comprar juguetes de los que a mí me gustan.
Con mis hijas he descubierto, además, que me encanta jugar. Me encanta montar las casitas, vestir a las muñecas, jugar a la pelota, o incluso colorear. Y lo mejor es que a los niños les encanta que juguemos con ellos, por lo menos mientras son pequeños.
Así que esta es la fórmula ideal si queremos orientar sus juegos hacia actividades más creativas y complejas. Hacerlo juntos. Para las fotos de hoy, yo monté la cocinita sola, pero cuando llegaron a casa, se quedaron maravilladas y se pusieron a jugar entusiasmadas. Creo que ver toda la cocina montada les hizo tener la misma sensación que cuando están en las cocinas de “mayores”. Podían imaginar que de verdad estaban cocinando, que con todo ese menaje podían preparar lo que quisieran y que por supuesto, podían jugar a ser alguien mayor.
No siempre es fácil jugar con ellos, por falta de tiempo, por cansancio o por estrés. Creo que para jugar con niños hay que apagar muchos interruptores de nuestra cabeza como el del análisis y el del control. Y encender otros como el de la improvisación y la inocencia. Es un ejercicio para el que hay que practicar, pero que tiene muchas compensaciones. No podemos esperar que cumplan con las reglas, porque ellos pasan de una actividad a otra, ni que permanezcan durante un período más o menos largo con el mismo rol, porque cambian constantemente. Pero qué más da, jugar es divertido.
Así que manos a la obra, ¡y todos a jugar!
The post Jugamos a… las cocinitas appeared first on Ebom.