Marcado por el eclecticismo y el diálogo armónico entre los diferentes ambientes, se trata de una especie de "oda a lo retro", de la mano de piezas de mobiliario singulares y efectistas de los años 40, 50 y 60, como la Plastic y la Rocking chair, de los Eames, y los armarios de metal rojos de Ikea ( todo un contraste de edades ). La distribución general del espacio se hizo en base a la apertura de espacios, con lo que se eliminaron los tabiques y las puertas separadoras para conectar los diferentes ambientes de la vivienda.
En el salón-estar se han combinado sabiamente varias piezas vintage, de los Eames, con otras de corte más industrial, como la gran estantería de acero que preside el espacio con la escalera móvil para el acceso superior o los armarios tipo contenedor de metal en rojo. La alfombra de piel de cabra aporta el toque de calidez al ambiente.
Comunicado con el estar y en el centro se emplazó el office, con mesa y bancos de Atelier (taller ), y una silla Jacobsen vintage maravillosa. La mesa de centro con aspecto industrial es el punto neurálgico de la zona de cocina-comedor ( office ). Destacan las bombillas desnudas colgando del techo.
La cocina queda totalmente recogida e integrada en la pared con los muebles blancos y la encimera de piedra Belgian Blue. Visualmente sigue la línea visual de la estantería de libros del estar, que se prolonga al office.
En torno a la mesa redonda en este pequeño rincón de lectura, tardes de café y relax, la silla naranja de los
Eames, la butaca de Eero Saarinen y una silla de Habitat. La lámpara colgante retro con el fondo de pared en gris marengo completan el espacio sereno donde la luz penetra a través de un estupendo ventanal.
Al baño se accede directamente desde el dormitorio, sin puertas que interfieran el paso de luz. El negro pizarra presente en las paredes y la encimera del lavabo es su seña de identidad y define su fuerte personalidad. Detalle del mini vestidor, con el perchero mod. "Hang it all", de los Eames. Un taburete de Atelier hace las veces de mesita. Sobre él, lámpara de Noguchi. En el dormitorio predomina la sencillez.
Se ha tomado como base el blanco para las paredes generales y el color lo dan
los muebles y accesorios elegidos, así como algunos paños en color oscuro para dar volúmen y profundidad. El salón se desarrolla como espacio multifuncional y el resto de la vivienda, como espacios acogedores comunicados entre sí. En esta vivienda, que a todos los efectos en cuanto a distribución y características generales parece un mini-loft, conviven en perfecto equilibrio muebles y objetos de estilos dispares, y materiales, texturas y colores diversos. Sería mi apartamento ideal: piezas de diseño vintage, distribución tipo loft, sencillez, toque industrial... ¿qué os parece?
Fotos [] Photos: Elle Decor
Virlova