Por lo general, la decoración de un loft a primera vista suele ser bastante fresco, en este caso, el resultado es realmente muy agradable. Con un punto de sofisticación moderno y piezas de diseño de todos los tiempos, el resultado de este interior es una mezcla ecléctica de estilos muy bien traídos, que combinan a la perfección. Ambientes integrados sin paredes, en menos de 70 m² que apuesta por un atractivo estético, también funcional. Si las integraciones de los espacios creando uno único traen beneficios, también apuntan a un gran problema: la privacidad. Isabel ha resuelto el problema conel simple uso de rejillas en oro envejecido. Se conectan al techo y el suelo, y muestran una característica elegante y sofisticada para dividir la zona social y el dormitorio. La losa nervada vista en el techo con las tuberías vistas muestran ese aire industrial vintage al desván. Por lo tanto, la base de la decoración es paredes blancas y líneas simples. El solado de cemento quemado recibido con enormes alfombras que aportan calidez al entorno, destaca como elemento característico. Las obras de arte y accesorios de lujo, como el cristal de Murano y la porcelana, dan el acabado final.
“Tampoco uno tiene que asociar estrictamente el estilo loft a la decoración minimalista … aquí sería perfecto una cómoda Luis XV, de hecho, lo haría brillar como una joya” … afirma Quesada.
El baño es una de mis estancias preferidas, con un toque vintage idealcon un mueble de lavabo metálico y puertas con espejo y metal envejecido recuperadas. ¿Qué os parece este interior?
¡Feliz día a todos!
Fotografías [ ] Montse Garriga