El rodearnos de objetos antiguos y especiales, nos hace pensar en esos rincones únicos e inspiradores. Rincones que quizás nadie comprenda, pero a nosotros nos sacan esa pequeña sonrisa que pocos ven.
Mi amiga M toca el piano, aunque no se deja oír a menudo, de hecho sólo le hemos oído tocar algunos acordes... Pero la imagino en una casa como esta, con un piano en medio del salón, un poco de silencio y alguna canción...
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Brooklyn to west |
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Un bon moment |
Disfrutad del lunes y de la semana!